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Publicado el 10 de agosto de 2017 por José María Bermúdez de Castro

Atapuerca 2017: final de campaña con resultados prometedores

El viernes 28 de julio finalizó una nueva campaña de excavación en los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Han sido varias semanas frenéticas de trabajo de campo, con resultados más que prometedores. En estos casi 40 años, desde el inicio de las labores de campo, se han producido varios momentos de gran intensidad emocional con hallazgos revolucionarios. Tras el final de la excavación de este verano mi impresión es que se avecinan nuevos hitos históricos para la arqueología y la paleontología de la sierra de Atapuerca. Y no se trata de una premonición o del olfato de tantos y tantos años en la sierra, sino de una predicción basada en datos.

 

Comenzaré por la gran novedad que ha supuesto la total limpieza del nuevo yacimiento. Cueva Fantasma parecía ser un pequeño relleno, que tal vez podía darnos alguna alegría. Poco a poco, la paciente retirada de unas 12.000 toneladas de roca del techo derrumbado de la cueva ha terminado por mostrarnos una superficie de unos 300 metros cuadrados. Los sondeos con testigo continuo y las prospecciones geofísicas llegan hasta los 15 metros de profundidad. El hallazgo de un parietal humano en 2016 durante las labores de limpieza invitan al optimismo. Todavía no se conoce en detalle la estratigrafía de Cueva Fantasma, pero tanto el lugar del hallazgo (en uno de los niveles superiores) como las primeras dataciones sugieren que el parietal pudo pertenecer a un neandertal de los llamados “clásicos”; es decir, su antigüedad podría ser inferior a los 120.000 años. No tardaremos en saberlo.

 

En 2018 la Junta de Castilla y León protegerá el yacimiento con una gran cubierta y empezarán las excavaciones. Mi predicción es que los resultados llegarán en muy poco tiempo y que los niveles superiores nos ofrecerán hallazgos de una enorme importancia. Los neandertales vivieron en la sierra de Atapuerca y sus alrededores, como nos indican las excavaciones al aire libre (Fuente Mudarra) y el yacimiento de la Galería de las Estatuas, que este año ha proporcionado una falange humana. Es posible que en estas próximas campañas la sierra de Atapuerca muestre su enorme potencial también para esta época de la evolución humana. Quizá tengamos ocasión de excavar hogares y de encontrar nuevos restos neandertales. Están ahí y tarde o temprano aparecerán.

 

En estos últimos años el yacimiento de la Sima de los Huesos ha sido objeto de interminables estudios sobre la geología de la cavidad y del relleno sedimentario, con la idea de comprender mejor la formación de un yacimiento tan excepcional. El hecho de disponer ya de una muestra de más de 7.000 fósiles humanos ha restado ambición al hecho de seguir aumentando la colección. Al fin y al cabo, el estudio de lo ya obtenido ocupará a más de una generación de investigadores. Pero este año no ha faltado la tentación de buscar más fósiles humanos. Finalizando la campaña apareció la mitad de una mandíbula humana en una zona todavía no explorada. Con este resultado, estoy convencido de que el próximo año disfrutaremos de nuevos e impresionantes hallazgos en la Sima de los Huesos.

 

A decir verdad, muchos teníamos ganas e ilusión por ir finalizando el interminable nivel TD10 del yacimiento de la cueva de Gran Dolina. Aunque la riqueza de datos arqueológicos de este nivel es extraordinaria, los expertos ya desean pasar página y afrontar nuevos retos. Y quienes esperamos con paciencia alcanzar de nuevo los niveles donde yacen los restos fósiles de Homo antecessor deseamos que llegue ese ansiado momento. Pero el nivel TD10 ha querido dar su última palabra. Y se trata de “palabras mayores”. La acumulación de industria lítica en la parte más baja de ese nivel, en la que destaca una proporción inusual de bifaces, nos ha obligado a cambiar de planes. O más bien el ritmo de trabajo. Habrá que ir con mucho cuidado en las dos próximas campañas, hasta finalizar la excavación de este nivel, que promete dar una enorme alegría a quienes estudian la tecnología achelense. Los fósiles de Homo antecessor tendrán que esperar un poco más.

 

Por el momento, el nivel más antiguo de la sierra de Atapuerca con indicios de vida del Pleistoceno inferior está en el yacimiento de la Sima del Elefante. Es posible que estemos excavando un nivel (TE7) que se corresponde con una época en el que todavía no habían llegado los humanos a la sierra de Atapuerca. Pero hay que seguir excavando en TE7 para cerrar ese capítulo. No importa si en las siguientes campañas no aparecen instrumentos de piedra o fósiles humanos. Quizá es solo cuestión de paciencia, algo que no puede faltar en arqueología.

 

Para finalizar, los yacimientos más modernos: El Portalón de Cueva Mayor y el Mirador, no dejan de ofrecer datos sobre el Neolítico de la meseta Norte. Las herramientas de mayor o menor belleza están por todas partes. Los enterramientos sugieren canibalismo en las primeras etapas de la agricultura de la península ibérica. Quizá la mayor ilusión de quienes excavan en estos lugares es obtener datos de épocas anteriores, cuando Europa fue colonizada por cazadores y recolectores. Ese momento también llegará, porque la sierra de Atapuerca contiene muchas de las páginas del gran libro de la prehistoria europea. Hay que saber esperar, porque los hallazgos se sucederán sin descanso. La campaña de 2017 ha terminado, pero ya se hacen planes para la siguiente con la ilusión de pensar en todo lo que ha quedado por hacer. Los próximos meses serán tiempo para la reflexión y preparación de nuevos trabajos, que se seguirán publicando en revistas especializadas. De todo ello seguiremos dando cuenta a la sociedad.

 

José María Bermúdez de Castro

Codirector de los Yacimientos de Atapuerca​