Autora: Mariana Nabais

 

¿Cómo cocinaban los Neandertales? ¿Qué técnicas usaban para preparar su comida? Un estudio piloto ha tratado de responder a estas preguntas a través de la recreación de métodos antiguos de despiece y cocción de aves, con el objetivo de entender mejor la dieta de los Neandertales.

La investigación sobre los comportamientos dietéticos de los Neandertales es un tema central en la
Paleoantropología. Un reciente estudio experimental se concentra en la modificación de superficies óseas y patrones de fractura en los huesos de aves, replicando técnicas que podrían haber sido utilizadas por los Neandertales. Se utilizaron aves silvestres que murieron por causas naturales y las sometemos a diferentes métodos de preparación, incluyendo el despiece en crudo y el asado sobre brasas. Este experimento esclareció sobre las dificultades y técnicas involucradas en la manipulación de alimentos por parte de estos antiguos humanos.

 

Los Neandertales habitaron una vasta gama de entornos en Eurasia durante más de 200,000 años, y su capacidad para sobrevivir en diferentes ecosistemas ha despertado un gran interés en cómo aseguraban su alimentación. Aunque la caza de grandes presas ha recibido mucha atención, el consumo de aves ha sido menos estudiado. Este aspecto ofrece una ventana única para comprender no solo sus hábitos alimentarios, sino también sus interacciones ecológicas y culturales.

 

Para la experimentación utilizamos herramientas de sílex para desarticular las aves, un proceso que requirió una gran precisión y esfuerzo, destacando los desafíos prácticos que los Neandertales habrían enfrentado en su vida cotidiana. Los experimentos prácticos nos conectaron de manera tangible con la vida diaria y las estrategias de supervivencia de estos humanos.

Una de las conclusiones de nuestro trabajo fue que, aunque el asado facilitaba el acceso a la carne, los huesos resultantes eran mucho más frágiles y propensos a romperse. En contraste, las aves despiece en crudo muestran más marcas de corte, especialmente en zonas donde hay presencia de tendones, lo que proporciona evidencia valiosa sobre cómo los Neandertales podrían haber procesado sus alimentos.

Estos resultados no solo proporcionan un mejor entendimiento de las técnicas culinarias de los Neandertales, sino que también plantean preguntas sobre la visibilidad arqueológica de estas prácticas. Dado que los huesos de aves asadas son más frágiles, es posible que muchas evidencias de estas actividades se hayan perdido con el tiempo. Sin embargo, la identificación de marcas de quemado en los huesos cocinados, la presencia de marcas de corte y de patrones de fracturación típicamente antrópicos en los huesos crudos ofrecen pistas valiosas para identificar la intervención humana en restos arqueológicos.

 

Este estudio no solo amplía nuestro conocimiento sobre la dieta de los Neandertales, sino que también destaca la importancia de la experimentación en Arqueología. Al simular técnicas de cocina y procesamiento de los Neandertales, empezamos a crear una base de referencia que permitirá a futuras investigaciones identificar mejor las modificaciones óseas relacionadas con la intervención humana en restos arqueológicos. Es también claro que la preparación de las aves, particularmente el asado, podría haber influido en la preservación de los restos óseos, afectando la visibilidad arqueológica de ciertas prácticas culinarias. Estos hallazgos acentúan la complejidad del comportamiento Neandertal y abren nuevas vías para investigar cómo estos antiguos humanos
interactuaban con su entorno y adaptaban sus técnicas de subsistencia.

Aunque los resultados de este estudio piloto son reveladores, es necesario ampliar la investigación para obtener una comprensión más completa de la dieta Neandertal. Estudios futuros deberían incluir una mayor variedad de especies de presas pequeñas, así como explorar otros usos de las aves, como la obtención de plumas o garras para fines no alimentarios.

Este tipo de investigaciones nos acerca un poco más a comprender la vida y las costumbres de los Neandertales, permitiéndonos apreciar la sofisticación de sus estrategias de subsistencia, además de sus hábitos comportamentales y culturales. La Evolución Humana es un rompecabezas complejo, y cada nuevo hallazgo es una pieza más que nos ayuda a completar su imagen.