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Los últimos neandertales de la Península se mudaron al sur en busca de herbívoros

FUENTE: https://www.heraldo.es/noticias/sociedad/2023/01/16/ultimos-neandertales-peninsula-sur-busca-herviboros-1624686.html

 

La desaparición de los neandertales es una cuestión clave en el conocimiento de la Prehistoria y uno de los grandes misterios de la evolución humana. Por eso, cada cierto tiempo se publican hipótesis nuevas o complementarias sobre lo que pudo llevar a esta especie, que habitó en Europa y Asia durante más de 350.000 años, a la extinción hace 30.000-50.000 años, justo cuando empezaron a aparecer los primeros Homo Sapiens. Una de las últimas tesis la ha aportado un equipo de investigadores de la Universidad de Cantabria (UC), en colaboración con científicos de Alemania y Reino Unido.

 

En un artículo publicado en la revista 'Nature Ecology and Evolution', los autores concluyen que los cambios bruscos y rápidos en las condiciones climáticas que se produjeron durante la transición del Paleolítico medio al superior (hace 30.000-50.000 años) tuvieron un fuerte impacto en la disponibilidad de los alimentos que los neandertales consumían (principalmente animales herbívoros). Además, los hechos coinciden en el tiempo con la aparición del Homo Sapiens, una especie más avanzada que la neandertal, tanto genética como tecnológicamente, que explotaba sus mismos recursos y ocupaba idénticos paisajes y nichos, lo que pudo influir en el declive de esta especie en la Península.

 


FOTO: Trabajos en el yacimiento del Abric Romaní, en Barcelona.

 

La investigación de la UC, que se enmarca en el proyecto ERC-Subsilience, financiado por el Consejo Europeo de Investigación, se basa en la información obtenida en yacimientos arqueológicos de Serbia, Croacia, Italia, Francia y la Península Ibérica. "Iberia fue el lugar idóneo para empezar a investigar, porque es la zona de la que más información tenemos desde el punto de vista arqueológico, tanto de últimas poblaciones de neandertales como de las primeras de humanos modernos", cuenta Ana B. Marín-Arroyo, coautora del estudio y líder del Grupo de Evolución Humana (EvoAdapta) de la UC.

 

El problema era que la información estaba muy desorganizada. "El primer paso fue compilar todos los datos para conocer cómo fue el proceso de desaparición espaciotemporal de los neandertales. Teníamos muchas fechas que nos decían cuándo habían desaparecido en cada zona (hace 35.000 años en Murcia, 45.000 años en la región cantábrica.), pero no existía una imagen global de la Península. Eso nos permitió observar que los neandertales desaparecieron primero en la zona cantábrica, después en la meseta y finalmente en las zonas litorales mediterráneas", añade la investigadora.

 

Al mismo tiempo, los científicos querían saber cómo influyó el medio ambiente en ese proceso. El Paleolítico superior coincide con la segunda mitad del último periodo glacial, en el que el clima se enfrió a nivel global y extensas zonas de la superficie terrestre fueron ocupadas por casquetes de hielo que alcanzaron los 3 km de espesor en las islas británicas y el norte de Francia. La Península Ibérica, por su parte, tenía una temperatura similar a la que tienen los territorios que están a 2.000 km hacia el norte de nuestro país y las nieves perpetuas se encontraban en las principales cordilleras por encima de los 1.500 metros de altitud. De ahí que, además de animales comunes como los caballos salvajes o lo ciervos, también se hayan encontrado en la Península restos arqueológicos de fauna característica de la Edad de Hielo, como renos, rinocerontes lanudos o mamuts.

 

Latitudes más bajas
Esto pudo motivar que las poblaciones se dispersasen hacia latitudes más bajas. Para comprobarlo, los investigadores estimaron la productividad primaria, que es la cantidad de kilos en materia vegetal por unidad de extensión en el entorno, de cada uno de los yacimientos, de forma continua, entre los 55.000 y los 30.000 años antes del presente. "Esta biomasa vegetal es la base de la pirámide trófica, de modo que el impacto negativo del clima sobre ella afecta a los siguientes niveles de la cadena, como los animales herbívoros y los humanos, en este caso los neandertales", explica Marco Vidal Cordasco, coautor del estudio e investigador asociado de la UC.

 

Tras correlacionar los datos, comprobaron que en la región cantábrica hubo un desequilibrio drástico en el ecosistema que coincidió con el momento en que los neandertales dejaron de habitar en esa zona. "Lo que observamos es que no desaparecen, sino que bajan hacia el sur, hacia la meseta castellana y el litoral mediterráneo, donde perviven otros 5.000 años, pues allí las condiciones climáticas son más estables y tanto la biomasa vegetal, como animal, se mantienen", cuenta Vidal.

 

Es decir, "al contrario de lo que se había planteado hasta ahora de que los neandertales se habían replegado a zonas más empobrecidas por la llegada arrasadora del Homo Sapiens, nuestro análisis muestra que, en realidad, las últimas poblaciones de neandertales se desplazan y repliegan en latitudes más meridionales en busca de las zonas en las que todavía existe sustento para su propia supervivencia (más herbívoros), hasta que al final desaparecen", agrega Marín-Arroyo.