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Sapiens y neandertales, amistad en tiempos difíciles

Hace más de 40 000 años coincidieron en el tiempo dos linajes diferentes de humanos: neandertales y sapiens. Hablamos de linajes porque ambos dieron lugar a una descendencia común, nosotros mismos.

Por Cristina de Juan Ortín . Personal docente e investigador, miembro del grupo de investigación ART-QUEO, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja

Fuente: The Conversation

 

Hoy sabemos que las personas de ascendencia no africana tienen 1-2 % de neandertal en su genoma. Este porcentaje refleja una estimación promedio de su contribución genética al ADN sapiens. Sin embargo, hay estimaciones que elevan ese porcentaje a un 4 % al considerar diferentes poblaciones.

 

En la actualidad, los subsaharianos presentan en torno a un 0.5 % de neandertal gracias a retrocruces, fruto de las migraciones de humanos modernos con ADN neandertal de vuelta a África. Por su parte, los indígenas americanos o de Oceanía tienen 1-2 %, con algunas diferencias regionales, reflejando la migración temprana de los ancestros asiáticos hacia estas áreas.

 

La selección natural ha eliminado y retenido diferentes genes neandertales. Aquellos que dan ventaja han sido retenidos en mayor proporción, como ciertos rasgos físicos. También los que favorecen la inmunidad y la mayor capacidad termorreguladora. Otros, en cambio, nos predisponen a ciertas enfermedades como la depresión o la artritis.

 

 

Cultura compartida

 

La mezcla entre sapiens y neandertales ocurrió en múltiples eventos en distintas regiones de Europa y Asia.

 

Por un lado, compartieron los mismos hábitats durante miles de años. En épocas de escasez, las migraciones son frecuentes y los grupos menos numerosos, en este caso neandertales, suelen tender a la aceptación de lo diferente. Se trata de mera supervivencia.

 

Esto no debe sorprender ya que la fisionomía del rostro sapiens debía parecerles “atractiva” a los neandetales, como explica Juan Luis Arsuaga en El Collar del Neandertal.

 

Por otra parte, ambos grupos tendrían capacidad física para el lenguaje. Aunque es difícil de probar, los neandertales podrían haber ostentado alguna forma de comunicación verbal. Es la anatomía de sus cuerdas vocales, el tracto vocal y el tamaño y estructura del cerebro, especialmente en áreas relacionadas con el lenguaje, lo que lleva a esta afirmación. Además de la forma del hioides, como señalan los investigadores de la cueva de Kebara en Israel.

 

 

También compartían el conocimiento tecnológico, la industria lítica del Paleolítico medio. Se ha encontrado evidencia de intercambio cultural, como la adaptación de técnicas sapiens por parte de los neandertales. Una de las zonas emblemáticas donde se ha estudiado este fenómeno es la región de Chatelperrón en Francia.

 

Asimismo, ambos presentaban gran capacidad simbólica. Junto a las representaciones de grafías realizadas por sapiens, tenemos testimonios neandertales, por ejemplo, en la cueva de Gorham (Gibraltar) o en la cueva de Ardales (Málaga).

 

También los dos grupos empleaban elementos de valor simbólico como adornos personales, peinados, colgantes, el uso del ocre y ofrendas en los enterramientos.

 

The Conversation - Noticia completa.