Publicado el 07 de octubre de 2022 por Antonio José Mencía
La K del paleantropólogo José María Bermúdez de Castro
El domingo 9 de octubre, José Maria Bermúdez de Castro tomará posesión de la letra K de la Real Academia Española. Una letra que no se encuentra en el rosco del popular programa Pasapalabra pero que contra lo que pudiera parecer este vocablo es habitual en el entorno de nuestra vida, por qué en España contamos con un montón de medallas de karate en cada competición, estamos rodeados de kebab, nuestra unida de peso es el kilo y todos los días pasamos por un kiosco casi con toda probabilidad, y quién no ha tenido kiwi en su dieta o ha cantado en un karaoke. Menos se habrán subido en kayak o habrán adoptado un koala.
También es posible que hayan viajado a Kenia, a Kuwait o a Kazajstán, o a Kaunas, la capital de Lituania, o a Kazán en Rusia, o a Kosovo. Probablemente nunca se hayan propuesta subir el Kilimanjaro, ni conocer el pozo Kola, el agujero más profundo de la tierra.
Seguramente nuestro protagonista, el codirector de los yacimientos de Atapuerca, pueda contarnos historias de las pirámides de Keops o Kefrén.
Con la K al inicio de la palabra o en su interior vivimos rodeados de marcas: KFC, Kinder, Burger King, Kelme, Nike, Reebok, Suzuki, Kawasaki… y hasta Facebook, ahora Meta, Outlook o la Wikipedia no vivirían sin esta letra.
Bermúdez de Castro y Atapuerca, C que podrían ser K, o no, lo que sí hay es personajes que la contienen en su caligrafía, la lista es enorme: Merkel, Karl Marx, Shakespeare, Kandinsky, Luther King, Antaoli Karpov, Kant, Kennedy, Kafka…
Pero por citar nombres más cercanos con los que ha compartido durante meses o años las excavaciones de Atapuerca: Mulky Kamath, Nadia Kandi, Theodoros Karampaglidis, Sarai Keestra, Ismaeil Khald, Sofiane Kheloufi, Tania King, Verónica Kirby, Keiko Kitagawa, Kelsey Kjosness, Alice Klein, Nathan Klembara, Laura Klerks, Katerina Konasova, Emma Kozitzky y Madhavi Kunneriath muestran la internacionalidad de los yacimientos de la sierra burgalesa.
Esperemos pronto encontrarnos también con nombres ‘españolizados’ más recientemente como Kevin, Karim o algunos norteños como Kepa o Koldo. Científicos con K hay conocidos como Kepler, expediciones como la Kon Tiki…
Una letra que ahora defenderá el científico afincado en Burgos, la cuna del castellano, y que parece que procede de la griega Kappa. También ha manifestado que quiere darle vueltas al significado de la palabra Cultura, numerosas acepciones, pero que no parece que contengan la esencia de la misma para el paleontólogo.
José María estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense, es doctor en Biología también por la UCM y fue profesor, además de su incorporación al CSIC desde 1999.
Es coordinador del Programa de Paleobiología del CENIEH y profesor honorario del University College de Londres. Es premio Príncipes de Asturias de Investigación Científica y Técnica otorgado en 1997 al Equipo de Investigación de Atapuerca. En 1998 recibió el Premio de Ciencias Sociales y Humanidades con el EIA de Castilla y León. En 2010 junto al EIA fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Burgos. n También recibió el primer premio Martinillos de Diario de Burgos en 1997, que fue la primera distinción que abrió camino al resto.
La RAE se fundó en 1713 y ya en 1975 asumió su lema ‘limpia, fija y da esplendor’. Su actual presidente es Santiago Muñoz Machado. Creo que en su rama de investigación de la Ciencia es el primer biólogo que forma parte de la RAE. Ha sido propuesto por los académicos Carmen Iglesias, historiadora, José Manuel Sánchez Ron, físico, y el cirujano Pedro García Barreno.
El trabajo de Bermúdez de Castro se ha centrado en la antropología física, en la evolución humana y en la prehistoria. Pero nada humano le es ajeno, es uno de los especialistas mundiales en dientes.
Ha participado en una cuarentena de proyectos científicos, nacionales e internacionales, muchos de ellos relacionados con Atapuerca. Fue director del Cenieh de 2004 a 2012 y contribuyó a su puesta en marcha.
En su faceta de escritor ha publicado, entre otros libros, ‘El chico de la Gran Dolina’, ‘Hijos de un tiempo perdido’ o ‘Atapuerca. Perdidos en la colina’, ‘Orígenes: el Universo, la Vida, los Humanos’ y ‘Dioses y mendigos’ en Planeta. ‘La evolución del talento’ y ‘Exploradores’, en Debate, Penguin Random House.
José María disfruta escribiendo, lo ha hecho y lo sigue haciendo en medios de comunicación impresos y digitales, es un gran divulgador científico y transmite pasión por la ciencia. Le acompaña el bigote desde casi siempre. Es un gran tipo. ¡Enhorabuena!
FOTO: Antonio José Mencía junto a José María Bermúdez de Castro