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Publicado el 11 de marzo de 2015 por Eudald Carbonell

Ledi-Geraru (Etíopia): el primero de todos los humanos

Una de las cuestiones que han estado siempre en el fondo del debate sobre la evolución humana ha sido cuál fue la especie de Homo responsable de la fabricación de las primeras herramientas de piedra. El descubrimiento en Olduwai del cráneo de un homínido desconocido en los años 60 del siglo pasado que fue bautizado como Homo habilis por los célebres antropólogos ya desaparecidos, Louis Leakey, Phillip Tobias y J.V. Napier en Current Antropology en 1965, abrió las puertas a la búsqueda de los primeros hacedores de herramientas en África.

 

Durante mucho tiempo una pregunta flotaba en el aire, ¿quién era el responsable de la fabricación de las herramientas encontradas en el yacimiento de Khada Gona en la formación geológica de Khada Hadar en Etiopia? Las herramientas de piedra más antiguas se encontraban en esta localidad con un antigüedad de 2,5 millones de años y, sin embargo, los restos esqueléticos de homínidos del género Homo más antiguos jamás encontrados era más modernos que las herramientas, tenían unos 2,3 millones de años. Esto dio pie a que muchos arqueólogos pensaran que otros géneros, además del nuestro, fabricaban herramientas.

 

Cuando a principios de este siglo tuvimos la oportunidad de analizar las herramientas líticas de Khada Gona publicadas el año 2000 en el Journal Archeological Science, gracias a las facilidades del amigo y colega el arqueólogo Sileshi Semaw, en el Museo de Addis Abeba, nos dimos cuenta que para ser la primera prueba de inteligencia operativa aquellas herramientas estaban ya bastante desarrolladas y estandarizadas, eran de tamaño medio, había recurrencia en la talla, uso de diversas materias primeras etc..., pensamos que tenía que haber industria lítica menos elaborada y de cronología anterior a las que estábamos estudiando.

 

Efectivamente, la tesis que mantenemos es que el género Homo fue el responsable de la emergencia de la inteligencia operativa y que, por lo tanto, se deberían encontrar los restos esqueléticos de especímenes tan antiguos como las propias industrias. Precisamente, esto es lo que acaba de ocurrir; la publicación en Science este mes de marzo de evidencias esqueléticas, concretamente, un resto craneal, un fragmento de mandíbula del género Homo, el fósil (LD.305-1), nos viene a dar la razón: probablemente debamos buscar industrias de más de 3 millones de años, dado que, ya sabemos que Homo es un género muy antiguo, mucho más de lo que conocíamos hasta ahora.

 

Esta es la primera cuestión que resuelve este excepcional hallazgo. El haberse encontrado marcas de corte en huesos de 4 millones de años en el mismo nivel que el del Australophitecus anamensis, nos vuelve a plantear la posibilidad de la existencia de herramientas en esta cronología tan antigua. Efectivamente, solamente la manipulación de objetos líticos con filo pueden producir las marcas que explican que se ha intervenido intencionalmente sobre un cadáver, estas marcas son muy distintas a las dejadas por colmillos y dentición de los depredadores. Mientras que las marcas hechas con cuchillos de piedra tienen una sección en forma de uve, las que dejan los carnívoros son en forma de u. Tal y como pasó en el año 1964 en Olduwai, donde en principio se habían asociado las herramientas de piedra descubiertas al famoso Zinjanthropus Boisei, descubierto en 1959, ahora podría ocurrir lo mismo. Se deben buscar fósiles del género Homo más antiguos hasta poder comprobar que, probablemente, no más tarde de los 4 millones de años emergió la actividad industrial, me refiero a la confección de herramientas por parte de un primate. La mandíbula de homínido encontrada en el yacimiento de Ledi-Geraru en Hadar, con rasgos de australopiteco y de Homo, nos abre la puerta a nuevas investigaciones no solamente sobre el origen de nuestro género sino a la posibilidad de que el género Homo sea muy antiguo y nos obligue a cambiar el árbol filogenético que todos conocemos.

 

Este descubrimiento, por lo tanto, nos invita a desatascar una serie de cuestiones que se venían proponiendo y discutiendo siempre en “petit comité”, pero como no había pruebas empíricas no pasaban al debate social, ahora ya se convertido en problema y sabemos que debemos continuar investigando para solucionarlo. En síntesis, ¿cuáles son estas cuestiones?: ¿El género Homo es muy antiguo, mucho más de lo que se pensaba?, ¿existen industrias líticas más antiguas de 3 millones de años?, ¿es el género Homo el único que fabrica herramientas de forma sistemática o existen otros géneros que lo hacen? Sabemos que únicamente ha sido en el seno del género Homo en el que todas las especies se han adaptado gracias a la inteligencia operativa, es decir, que todas las especies se han socializado y evolucionado gracias a la tecnología. Esto, que sepamos, solo ocurre en el linaje de los primates humanos. ¿Es posible que otros géneros hayan utilizado la tecnología sistemáticamente para su adaptación?, en mi opinión es posible pero poco probable. Existen muchos interrogantes, pero el artículo sobre el descubrimiento del espécimen de Homo más antiguo del planeta que se acaba de publicar en Science ya ha impactado en las problemáticas históricas y ya nada será como antes en el estudio de la evolución de los primeros humanos y su cultura. Eudald Carbonell Roura