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Balance de la campaña de excavaciones 2021 en los yacimientos de la sierra de Atapuerca

El principal descubrimiento de esta campaña es una lasca de cuarzo, que adelanta la ocupación humana en la Sierra de Atapuerca a 1,4 millones de años.

Noticia y foto: Fundación Atapuerca

 

 

El pasado 1 de julio comenzaron las excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca dirigidas por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Durante este periodo, cerca de 180 personas han trabajado en los diferentes yacimientos abiertos hasta el momento en la Sierra, tal y como se venía haciendo en las campañas anteriores a la pandemia. A pesar de la crisis sanitaria que se ha vivido en el último año y medio, el Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) no ha parado de excavar en la sierra de Atapuerca. Desde el año 1978, el EIA ha trabajado e investigado en estos yacimientos de manera ininterrumpida. Un año más, este equipo se ha alojado en la Residencia Gil de Siloé en la capital de Burgos, gracias a la colaboración de la Junta de Castilla y León que recupera los niveles de financiación, tanto en la investigación como en la difusión llevada a cabo, por la Universidad de Burgos y por la Fundación Atapuerca.

 

Este año el grupo de personas que ha venido a excavar pertenecen principalmente a los centros de investigación incluidos en el Proyecto Atapuerca: Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (CENIEH), Universidad de Burgos (UBU), Universidad Rovira i Virgili (URV), Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), Centro Mixto Universidad Complutense de Madrid – Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humano (UCM - ISCIII), Universidad Alcalá de Henares (UAH) y Universidad de Zaragoza (UNIZAR).

 

La Fundación Atapuerca y el Equipo de Investigación de Atapuerca, de la misma manera que el pasado año, han trabajado en los aspectos relacionados, por un lado, con la seguridad y, por otro, con la organización administrativa y documental. Se ha revisado la evaluación de puestos de trabajo, el plan de prevención, el plan de contingencia para prevenir la COVID-19 y se ha contado nuevamente a una persona como técnico de prevención de riesgos laborales que ha desarrollado sus funciones en los yacimientos en la campaña de excavación.

 

A continuación, se detallan los hallazgos más destacados de la campaña en cada uno de los yacimientos en los que se ha trabajado:

 

Yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril

 

Sima del Elefante

 

Los resultados de la campaña de excavación en Sima del Elefante son extraordinarios. Los trabajos se han centrado en el nivel 7, el más antiguo de toda la sierra de Atapuerca con una cronología de ente 1,3-1,4 millones de años. En este nivel se han recuperado restos óseos de diferentes taxones entre los que predominan los restos de suido y tortuga. La presencia de estos animales en el yacimiento refuerza la interpretación que ya se había planteado anteriormente que expone que las condiciones ambientales en la sierra de Atapuerca, hace más de un millón de años, eran más templadas y húmedas que en la actualidad.

Sin embargo, el hallazgo más extraordinario de esta campaña se centra en una lasca de cuarzo recuperada en el nivel 7. Hasta el momento, este nivel no presentaba ninguna evidencia de presencia humana pero ahora podemos afirmar que hace 1,3-1,4 millones de años en la sierra de Atapuerca había ocupación humana. La trascendencia de esta pieza lítica recuperada en la Sima del Elefante no se circunscribe únicamente en el estudio de la evolución humana en la sierra de Atapuerca, sino que repercute en el estudio de la evolución humana en Europa, dónde las evidencias de presencia humana en cronología tan antiguas son muy escasas.

 

FOTO 1: Dos de los fósiles presentados del yacimiento de la Sima del Elefante: lasca de cuarzo de 1,4  millones de años y pata de suido (cerdo).
FOTO 2: Lasca de cuarzo del yacimiento de la Sima de Elefante, que confirma la presencia humana en la sierra de Atapuerca hace 1,4 millones de años.

 

Galería

 

La campaña de 2021 se ha centrado en el tramo inferior de la Unidad GIIIa, en los niveles TG10A y TN7. Los trabajos se han desarrollado en la mitad derecha de la cavidad, sectores TG-TN definiendo la paleosuperficie correspondiente a las últimas ocupaciones de la Unidad GIII, datada en torno a los 260 mil años. En total se han recuperado asociados más de 1.500 restos de fauna y de industria lítica. La fauna se compone principalmente de restos de ciervos y caballos que fueron procesados en el interior de la cavidad como sugieren las marcas de corte identificados. Además, se han documentado concentraciones de pequeños fragmentos óseos producto de la fracturación de huesos para el consumo de la médula. La industria lítica utilizada en estos procesos está elaborada en una amplia variedad de materias primas (sílex neógeno y cretácico, areniscas y cuarcitas). Se compone de pequeñas lascas e instrumentos retocados de gran tamaño (bifaces). Esta industria es típica del periodo Achelense en el que nos encontramos. En este momento está bien definido el límite entre unidades GIII y GII, correspondiendo con el pleno funcionamiento de la cavidad como lugar de obtención de recursos cárnicos por parte de los grupos humanos del Pleistoceno medio de la sierra de Atapuerca.

 

Restos fósiles de Galería. 

 

Gran Dolina (TD8)

 

Este año un grupo de entre 7 y 10 personas han estado trabajando en la parte superior de la Gran Dolina, donde se ha abordado la excavación de la unidad TD8 en una extensión de unos 18 m2. Esta unidad cuenta con unos 700.000 años de antigüedad.

 

La intervención en TD8 ya se inició durante la campaña pasada con mucho éxito, ya que permitió rellenar un vacío ocupacional de los grupos humanos en la Sierra, con el hallazgo de dos piezas de industria lítica. Este año se ha podido ampliar la colección de herramientas, confirmando así la presencia humana ente los 500.000 y los 700.000 años. Junto a estas piezas se ha encontrado abundantes restos de fauna que nos permitirán en el futuro y mediante los estudios paleontológicos y tafonómicos comprender cómo era el entorno de la sierra de Atapuerca en esta época. Los restos más abundantes son los de osos. Se trata principalmente de animales muy viejos que tal vez murieron durante el periodo de hibernación. Los restos de otros carnívoros como las hienas también han estado presentes en el conjunto. Además, se han recuperado abundantes restos de rinocerontes, caballos y bisontes. Esperamos dejar los trabajos muy cerca del techo de la siguiente unidad TD7, lo que ya permitirá entrar en la siguiente campaña en los depósitos del Pleistoceno inferior.

Restos fósiles de Gran Dolina (TD8).

 

Gran Dolina (TD4).

 

A lo largo de esta campaña, en el nivel TD4 de la Gran Dolina, se han encontrado restos fósiles de las especies animales que habitaron Europa hace 900.000 años, cuando se adentraban, en el continente, los primeros humanos. Destaca el hallazgo de los ejemplares más completos y mejor preservados, recuperados hasta la fecha en TD4, de algunas de estas especies, como el coxal y la mandíbula completos de un rinoceronte (Stephanorhinus etruscus) en extraordinario estado de conservación. Esta mandíbula encaja con el cráneo de rinoceronte expuesto actualmente en el Museo de la Evolución Humana, encontrado en 1991, el último año del paleontólogo, Emiliano Aguirre, como director del Proyecto Atapuerca. Se confirma así la llegada, de nuevo, a los niveles excavados en los años 90 y se dan la mano el trabajo actual y el iniciado hace más de 30 años en este nivel, en un ejemplo elocuente de continuidad histórica y generacional en el seno del proyecto Atapuerca.

 

Mandíbula de rinoceronte del nivel TD4 del yacimiento de la Gran Dolina de unos 900.000 años de antigüedad.

 

La recuperación durante esta campaña, de una herramienta de sílex en TD4, entre los numerosos fósiles de osos, grandes bóvidos, caballos, rinocerontes y cérvidos de cornamentas gigantes, ratifican que nuestros antepasados, hace 900.000 años, estaban acostumbrados a vivir entre los grandes.

 

Cueva Fantasma

 

En los días previos al inicio de la campaña 2021 se cambió la cubierta del yacimiento, se retiraron los tablones de madera, los plásticos y geotextiles y se instaló una estructura homologada que cubre el espacio intervenido desde el acceso principal hasta el talud oeste, así como nuevas escaleras para acceder a la zona más alta del yacimiento. Estas estructuras se complementan con pasamanos.

 

Este año se ha retomado la intervención en el sondeo de Cueva Fantasma de 2020, se ha perfilado el nivel SF29, para posteriormente alcanzar SF20.

 

Una vez perfilado el extremo sur y centro del talud oeste se decidió revisar la estratigrafía del yacimiento por debajo de los niveles CF24 y SF29. Una vez preparado el yacimiento y planificada la intervención se comenzó a excavar en Cueva Fantasma en CF26, CF25 y CF24; y en el talud oeste en SF30b, SF29a, b y c; SF28, y SF27 SF26 (de norte a sur). El objetivo principal fue generar un gran perfil estratigráfico. Y se ha finalizado la instalación de la cuadrícula aérea.

 

Industria

 

En esta campaña destaca la relevante cantidad de industria lítica recuperada en el yacimiento en comparación con campañas anteriores. En el nivel CF26 se han recuperado varias raederas quina y semiquina, lascas (entre otras, una magnífica lasca de sílex en Q17 con marcas de uso), junto a lascas de descortezado y restos de talla que sugieren un proceso de talla en el entorno inmediato. Estos restos evidencian la presencia de actividad humana y uso de este espacio por parte de los eandertales, en una fase de la secuencia estratigráfica posiblemente relacionada con MIS 3.

 

Por su parte, también se ha recuperado un importante conjunto de bases naturales (principalmente percutores) de cuarcita, arenisca, esquisto y otras rocas en los niveles SF29 y SF28. La mayor parte de estas piezas tiene estigmas muy profundos producidos por actividades de percusión sobre restos óseos.

 

Restos óseos

 

En esta campaña se ha recuperado una gran cantidad de restos faunísticos en tres de los principales niveles de la secuencia, el nivel SF30, CF25 y CF24, en forma de grandes acumulaciones de restos.

 

En los tres niveles, más el nivel CF26, el caballo es la especie mejor representada, con restos pertenecientes a todas las partes del esqueleto, especialmente del cráneo y de las extremidades, y muchos de ellos completos. Además, se han recuperado restos de ciervo y de un gran bóvido en los tres niveles, aunque en mucha menor proporción que los restos de caballo.

 

En el nivel CF25 se ha podido recuperar también varios huesos articulares y falanges de rinoceronte, así como un fragmento de una costilla de probablemente perteneciente a esta especie en el nivel CF24.

 

Los restos de carnívoros recuperados corresponden en todos los casos a mandíbulas y dientes aislados. En el nivel SF30 se han recuperado dos mandíbulas de hiena y un maxilar de oso, cuya especie está aún por determinar.

 

En el nivel CF25 se ha recuperado una mandíbula de un gran cánido, y en el nivel SF26 se documenta la presencia de dientes aislados de oso y numerosos restos de coprolitos en el nivel SF26.

 

Igualmente, se han podido identificar en todos los niveles restos pertenecientes a carnívoros de menor tamaño como los zorros.

 

Restos fósiles de Cueva Fantasma.

 

Cueva del Mirador

 

En la cueva del Mirador se sigue profundizando en los sondeos abiertos en los laterales de la cueva (sectores 100 y 200), con el objetivo de conocer el desarrollo de la cavidad y contrastar si existen galerías que puedan dar acceso a una parte del sistema kárstico desconocida hasta ahora. Los hallazgos realizados están aportando información relevante sobre las prácticas ganaderas y la cultura de las primeras comunidades de pastores y agricultores que colonizaron estas tierras durante el neolítico.

 

En el sector 200 se han documentado diversos episodios de combustión, de una antigüedad de unos 6.000 años, relacionados con la quema del estiércol de los rebaños que se guardaban en la cueva, práctica destinada a reducir el volumen de los residuos y a eliminar parásitos. Cabe destacar la gran cantidad de restos de fetos y neonatos de ovejas y cabras recuperados en esta zona, lo que junto a la elevada presencia de progesterona (una hormona vinculada al embarazo) detectada en el estiércol a través de estudios de química analítica, hace pensar que se trataba del lugar donde se guardaban las hembras durante la fase final de la gestación y a las crías con sus madres en los primeros días de vida.

 

En el sector 100, los niveles del neolítico antiguo, de unos 6.700 años de antigüedad, han aportado numerosos restos de cultura material, entre ellos diversos ornamentos, entre los que destacan colgantes realizados con caninos de ciervo perforados, y nuevos fragmentos de brazaletes de mármol, que se suman a los recuperados durante la campaña de 2019. Destacan por su rareza los brazaletes, ya que los lugares conocidos de fabricación de estos ornamentos de mármol se sitúan en Andalucía, y los hallazgos fuera de esta región y del Levante peninsular son extremadamente escasos. Probablemente fue un elemento de prestigio que llegó a Burgos a través de redes de intercambio.

 

Restos fósiles de Cueva del Mirador

 

La Paredeja

 

Antecedentes

 

El yacimiento de la Paredeja es un relleno de cueva situado en el extremo sur de la sierra de Atapuerca, cuya posición sugiere que pertenece al tercer piso de cuevas del sistema kárstico de la sierra de Atapuerca. El yacimiento quedó expuesto al exterior gracias a las extracciones de una cantera (Cantera Cudillo), que puso de manifiesto la existencia de una secuencia de sedimentos rojizos con bloques y espeleotemas, donde se descubrieron restos arqueológicos dispersos, compuestos por herramientas líticas de sílex y fragmentos de huesos posiblemente del Paleolítico medio.

 

En 2018 comenzó la intervención arqueológica en el yacimiento, cuyo objetivo era descifrar la secuencia estratigráfica del relleno y su contenido arqueológico, para enmarcarlo en el contexto arqueológico de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Para ello, durante 2018 y 2019 se desarrolló una excavación de estrategia escalonada, a partir de la cual se fueron exponiendo todos los niveles del relleno, que fue completada con un sondeo mecánico en la parte inferior.

 

Campaña de 2021

 

Una vez expuesta toda la secuencia, que proporcionó una muestra representativa del contenido arqueológico del yacimiento, durante la presente campaña de 2021 se ha estado trabajando en:

  • La definición y cartografía estratigráfica del relleno expuesto en años anteriores. Para ello, en esta campaña se ha estado completando la cartografía de los contactos y bloques de las distintas unidades estratigráficas del relleno, mediante una estación total posicionada en coordenadas UTM (ETRS89).
  • La caracterización sedimentológica de las unidades estratigráficas. Las descripciones estratigráficas de los sedimentos han sido completadas con la toma de muestras para analíticas sedimentarias que permitirán conocer la textura y composición de las unidades, y de esta forma, explicar los procesos de formación del yacimiento.
  • La toma de muestras para la datación geocronológica del yacimiento. Se han estado recolectando muestras para la datación del relleno por medio de la técnica OSL (luminiscencia estimulada ópticamente), que permitirán determinar la edad del yacimiento, desde las unidades basales hasta las unidades superiores que colmatan la cavidad.

 

Con los trabajos acometidos en la presente campaña de 2021, se cierra un ciclo de investigación en el yacimiento que nos va a arrojar una primera información completa y multidisciplinar sobre el significado arqueológico, geológico y la edad de este yacimiento, aportando nuevos datos sobre la ocupación de esta zona de la sierra de Atapuerca, donde hasta 2018 no se conocía ningún registro del Paleolítico medio.

 

Cueva Mayor

 

El Portalón

 

En El Portalón de Cueva Mayor, desde el año 2014 se está excavando en dos áreas distintas, una correspondiente a momentos de la Edad del Bronce y otra al periodo Neolítico.

 

Dentro de la cultura material recuperada en los niveles neolíticos, se ha encontrado un área de actividad centrada en la realización de decenas de fuegos/hogares para, por ejemplo, el procesado de comida o el tratamiento térmico del sílex a la hora de tallarlo; lo que hace que se encuentren niveles cenicientos con cientos de restos de fauna muy procesada y consumida. Los animales consumidos son tanto domésticos (vaca, oveja) como salvajes, sobre todo caballos, lo que demuestra una explotación mixta de los recursos animales (ganadería y caza). Como curiosidad, se han encontrado restos de gato salvaje y zorro que probablemente fueron consumidos.

 

Además, se encuentran también útiles en hueso como punzones y agujas, algunos elementos de adorno como cuentas de conchas marinas, además de abundantes fragmentos de cerámicas, algunas finamente decoradas. Se han encontrado también abundantes herramientas en piedra como pequeñas láminas de sílex, percutores, molinos, hachas pulidas, etc.

 

Del conjunto de cultura material correspondiente a la Edad del Bronce, se puede destacar la presencia de un contexto habitacional, con una importante cantidad de fragmentos de cerámica lisa junto a otros decorados y de fina factura. La industria lítica está representada por algunos fragmentos de sílex, cuarcitas y areniscas. La fauna doméstica está representada por ovicápridos, cerdos y algunos restos de caballo, y la salvaje sobre todo por ciervos y corzos.

 

Punzones y cuentas del yacimiento de El Portalón.

 

Sima de los Huesos/Sala de los Cíclopes (Cueva Mayor)

 

Debido a las restricciones impuestas por los protocolos de seguridad frente a la pandemia de COVID-19, las intervenciones en el interior de la Cueva Mayor se han limitado al máximo posible, especialmente en la Sima de los Huesos, donde las reducidas dimensiones y la dificultad de respirar con mascarillas, debido a la enrarecida atmósfera del lugar, han aconsejado limitar la intervención a tan solo dos jornadas de dos horas cada una.

 

Con todo, se ha excavado en un sector limitado de la Sala de los Cíclopes, una amplia caverna colindante a la Sima de los Huesos, en donde se ha hallado el cráneo, casi completo, de un oso de la especie Ursus deningeri. Se trata de una especie que convivió con los humanos de la Sima de los Huesos (hace algo más de 400.000 años) y representa un hallazgo de gran importancia, pues se conocen pocos cráneos de dicha especie tan completos. Por otra parte, en la Sima de los Huesos se han realizado trabajos de muestreo geológico para la datación y la mejor comprensión de la formación del yacimiento. También se ha excavado de manera limitada un pequeño sector, en donde ya se encontraron fósiles humanos en campañas anteriores. Como viene ocurriendo de manera ininterrumpida desde 1983, se han vuelto a recuperar fósiles humanos de hace unos 430.000 años de antigüedad en este yacimiento. El fósil más destacado de esta campaña es un astrágalo izquierdo completo (uno de los huesos del tobillo), que es especialmente interesante pues permite estimar el peso corporal del individuo al que perteneció y también aproximar el diagnóstico sexual, lo que resulta de gran interés para completar el conocimiento sobre la población de la Sima de los Huesos.

 

De izquierda a derecha: astrágalo preneandertal y fragmento de un parietal, ambos de la Sima de los Huesos.

 

Galería de las Estatuas Exterior

 

Se trata de un yacimiento situado en la ladera de la sierra de Atapuerca, por encima de la Trinchera del Ferrocarril. Es una antigua entrada, hoy cegada por los sedimentos, a la Galería de las Estatuas de la Cueva Mayor. Este yacimiento comenzó a excavarse el año pasado y proporcionó restos de fauna fósil y piezas de industria lítica de tradición Musteriense, la propia de los neandertales. Los resultados de la campaña anterior auguraban que este yacimiento podía convertirse en un lugar importante para conocer las actividades de las poblaciones neandertales que habitaron la Sierra. Estas perspectivas se han visto ampliamente colmadas por los descubrimientos de la presente campaña en la que se han recuperado un total de casi 800 piezas, que incluyen más de 400 útiles de piedra talladas en cuarcita y sílex, lo que supone un número extraordinario para una única campaña. Entre las piezas de industria lítica destaca un bifaz delicadamente tallado, cuyo tamaño y factura le sitúan entre las piezas más destacadas de las encontradas hasta la fecha en los diferentes yacimientos de la sierra de Atapuerca. Por otra parte, entre los restos de fauna se han identificado fósiles de bisonte, rinoceronte, ciervo y caballo, que fueron consumidos por el grupo neandertal que ocupó este lugar hace más de 80.000 años.

 

 Industria lítica neandertal del yacimiento de Galería de las Estatuas Exterior.

 

Galería de las Estatuas Interior

 

Debido a las circunstancias sanitarias, este año también se ha hecho una excavación de menor duración y con un equipo más reducido en la Galería de las Estatuas Interior. Este yacimiento ha proporcionado ADN neandertal de sus sedimentos, tal y como se publicó recientemente en la prestigiosa revista Science. Los trabajos de este año se han centrado en terminar de excavar el nivel 5 en un sector de la cata Estatuas I, que es el más antiguo de la secuencia, con una edad superior a los 110 mil años, y que ha revelado la presencia de una gruesa capa de espeleotema sobre la que se asienta la secuencia sedimentaria. Por otro lado, se ha avanzado en la excavación de otros niveles más recientes de las dos catas, que han proporcionado herramientas de sílex y cuarcita hechas por los neandertales, así como restos de équido, cérvido, algunos fósiles de carnívoros.

Juan Luis Arsuaga, presentando el sedimento del yacimiento de Galería de las Estatuas Interior, de donde recientemente se ha extraído el ADN.

 

Laboratorio de lavado de sedimentos de la Trinchera en el río Arlanzón

 

Durante esta campaña de excavación en la estación de lavado de sedimento del río Arlanzón, el equipo de investigadores de pequeños vertebrados ha procesado más de una tonelada de sedimento al día. Se han recuperado restos de la rata de agua Arvicola jacobea y el cuervo Corvus pliocaenus en el nivel TE7 de la Sima del Elefante. En TD4 en la Gran Dolina se han recuperado restos de aves y murciélagos. Se ha comenzado con el lavado e investigación del nivel TD8 de la Gran Dolina, donde se han recuperado restos de rata de agua, topillo y murciélago ratonero. En el nivel GIIIa de Galería han aparecido restos de hámsters, peces y anfibios, además de restos de aves Paseriformes. En el yacimiento de Cueva Fantasma ha aparecido una especie extinta de un topillo ancestro del topillo de los Balcanes, y otras especies de pequeños vertebrados que apuntan a una edad de Pleistoceno medio final o superior antiguo del yacimiento. Además, se ha continuado con el procesado de los sedimentos Holocenos de la cueva de El Mirador, donde han aparecido restos de murciélagos de cueva y ratones de campo, especies representadas actualmente en la zona.

 

Equipo de Investigación de Atapuerca