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El Museo de la Evolución Humana acoge la presentación del libro ‘La lira desafinada de Pitágoras.’ De Almudena Martín Castro

Este martes, 31 de enero, el Museo de la Evolución Humana celebra la presentación del libro ‘La lira desafinada de Pitágoras’ de Almudena Martín Castro. La presentación, realizada en colaboración con la editorial ‘Harper Collins’, tendrá lugar en el salón de actos del MEH a partir de las 20.15 horas, con entrada libre hasta completar aforo. Los interesados en asistir deben reservar su entrada con antelación llamando al 947421000 o en el mostrador de recepción del Museo. Se podrá ver en directo a través del canal de youtube del MEH.

 

 

En ‘La lira desafinada de Pitágoras’, Almudena Martín Castro, una de las divulgadoras más originales y de más proyección en nuestro país, plantea un viaje hacia la búsqueda de la belleza por parte de científicos de todas las épocas, y establece ecos comunes con una disciplina que todos podemos disfrutar sin ninguna preparación previa: la música. Planetas que cantan como sopranos, melodías mesopotámicas que vuelven a la vida, momias que recuperan su voz, armonías prohibidas asociadas erróneamente con el diablo o ritmos que unen a la Tierra con la Luna.

 

¿Por qué, de entre todas las artes, la música ha sido la que más ha influido en científicos tan importantes como Pitágoras, Newton, Kepler o Galileo? A través de este libro no solo conocemos algunas de las más fascinantes obsesiones que asediaron a estos genios, también comprobaremos cómo hasta en la canción más sencilla puede esconderse un principio matemático. Un relato sorprendente y lleno de humor, que nos descubre los misterios del universo. Durante treinta años, Pitágoras se dedicó a divulgar la teoría de la reencarnación y a reflexionar sobre el mundo, acompañado por algunos de sus seguidores. También le dio por tocar la lira y, como Pitágoras era mucho de pensar, en el proceso empezó a preguntarse por qué algunas cuerdas, al combinarse, producían sonidos bellos agradables, consonantes, y otras no. Así es como descubrió un hecho que hoy sabemos cierto: que existen números sorprendentemente sencillos en la base de la armonía musical. Y estos números son los mismos, desde la antigua Babilonia hasta el reguetón. Sus proporciones guiaron la historia de la música hasta nuestros días y contagiaron a la física su expectativa de belleza.